lunes, 9 de diciembre de 2013

Guerra, amor y remordimientos.



Ahí estaba, en la cima del acantilado donde solía ir con sus amigos cuando eran niños, quieto como una piedra, pensando. Todos ellos habían pasado muy buenos tiempos en aquella cima. En aquel entonces Roberto se pasaba el día persiguiendo a Estrella y llamando su atención de la única forma que se le ocurría: molestándola.



—¿Debía darse cuenta de que era porque estaba enamorado de ella?—Pensó —. No importa, ahora todos están muertos.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Maldito bastardo (Parte 4, FIN)




        —No, definitivamente no. No hay forma de asimilar esto. —Tom hablaba en voz baja para sí mismo —. No es posible que la mujer que me crió haya sido la causante de la muerte de mis dos padres…pero hay algo que no encaja. ¡¡NO TIENE SENTIDO!! — El joven, roto por todo lo que estaba sucediendo empezó a llorar.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Maldito bastardo (Parte 3)



 La mujer, cuya edad real superaba los cincuenta años por mucho, aparentaba tener poco más de cuarenta debido a múltiples retoques estéticos. Entró al recinto vestida con unos leggins negros, un top del mismo color, y una chaqueta de cuero rojo. Llevaba el pelo recogido en una coleta de caballo, y en el origen de su rubia melena podían verse unas raíces blancas como el lomo de un armiño. Además, tenía una pequeña pistola en cada mano.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Maldito Bastardo (Parte 2)




—¡¡HABLA!! —El hombre trajeado apretó su arma aun más fuerte contra el paladar de Tom, y pudo notar como la sangre de la boca de su huésped llegaba a tocar sus dedos —. Dime donde está el maldito mapa si no quieres que te vuele la tapa de los sesos…

sábado, 16 de noviembre de 2013

Maldito bastardo (Parte 1)




Eran las tres de la madrugada de un lunes, posiblemente el peor lunes que jamás pasaría en su vida. Tom llevaba diecinueve horas despierto y el sueño apretaba, pero no podía dormir por varios motivos: Uno de ellos era que estaba de pie. Otro motivo era que tenía las manos clavadas a una pared por unas puntas metálicas con un grosor del tamaño del puño de un bebé, y estaba atado con los pies juntos. Pero el motivo más importante para él era que no estaba solo.

domingo, 27 de octubre de 2013

Pasado, presente y futuro


Esta mañana, después de varios años, me he reencontrado con un viejo amigo, “el Romántico”. Me pareció curioso que se acercara a mí, sobretodo teniendo en cuenta la forma de la que nos distanciamos. Cogí su vida, y sin importarme lo que sucedería con él, se la robé y la hice mía.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Kateína



-¡Mike!



Joder, ¿por qué las viejas tienen la manía de hablar a gritos por teléfono?”



-¡¡Mike!!



Y encima se creen que son las reinas de la tecnología. Ey mira, la foto de mi hijo, eso significa que me está llamando él. Si alguien tuviera los cojones de decirles lo que de verdad piensa todo el mundo...”



-¿Otra vez absorto en tus pensamientos? Me cago en la madre que te parió, y mira que me cae bien.

domingo, 21 de julio de 2013

Café, por favor



Cuando me senté en aquella cafetería a tomarme el segundo café de la mañana, no tenía ni idea de lo que aquel 4 de diciembre me iba a deparar.

Como siempre, me había tomado mi primer café nada más levantarme, pero esta vez tuvo un sabor distinto, un sabor como...a victoria. Así que tras media mañana bastante buena y animado, esperaba que el segundo del día tuviera el mismo sabor que el primero. La única diferencia debía ser que este iba a ser engullido por las prisas de volver al trabajo, pero esa no iba a ser la única, ni tampoco iba a volver al trabajo.

Mala noche

Era media noche, yo caminaba solo por el centro de la ciudad sin un destino fijo, simplemente quería dejar de pensar un rato y relajarme. La primera parte fue sencilla, ya que a pesar de la hora que era, la ciudad seguía sin dormir, montones de coches pasaban tocando el claxon para celebrar la victoria de su equipo y no me dejaban pensar en lo que me preocupaba, pero a su misma vez tampoco me dejaban relajarme, y os puedo asegurar que lo necesitaba.