domingo, 31 de diciembre de 2017

Sabor


viernes, 29 de diciembre de 2017

Temblores (тремор)


          A Faddei le temblaban las piernas, el pulso y el alma. Le daba la sensación de que la columna de hormigón sobre la que se apoyaba para no caerse estaba hecha del mismo material que su valentía: gelatina.  Estaba muerto de miedo y a dos disparos de mearse encima. Además, el mismo terror que gobernaba su cuerpo le impedía abrir los ojos y darse cuenta de que el arma que sujetaba no tenía el seguro puesto y apuntaba a su barbilla

viernes, 22 de diciembre de 2017

Un solo cambio




           Todo empezó igual que siempre: Abel había tenido un día de mierda en el instituto y sentía que no podía más. Harto de insultos, de palizas, de soledad y de vivir con miedo, se dirigió a su habitación, cuchillo en mano, dispuesto a quitarse la vida. Las lágrimas recorrían su rostro y la impotencia volvía a apoderarse de su cuerpo. Se remangó como pudo, cerró el puño de la mano izquierda y apuntó con el filo mientras su pulso no dejaba de temblar. Una vez más, aquella hoja volvía a encontrarse con la piel de su muñeca. 

jueves, 7 de diciembre de 2017

Mujer

Cuando la veían, los hombres se sentían como si no fueran más altos que el tacón de su zapato.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Joe, el ratón guitarrista



El ratón Joe era la estrella del rock más importante de Fierópolis y, a diferencia del resto de bandas de animales de la ciudad, él tocaba solo. No necesitaba a nadie más que a su querida guitarra para llenar todos los escenarios y conseguir que el público coreara su nombre. 

jueves, 23 de noviembre de 2017

El reino sin animales



Hace mucho tiempo, antes de que existieran el chocolate y las golosinas, había un rey muy caprichoso y escrupuloso que siempre hacía lo que quería sin importarle lo que les pasara a los demás. En uno de los pueblos en los que gobernaba ese rey vivían Denis, un chico al que le gustaban mucho los animales, y su amigo Kiwi, un periquito al que había enseñado a hablar.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Despiértame, por favor



Era miércoles. Yo creía que era jueves, pero era miércoles. Chucky, aparentemente menos remolón que yo, se las apañó para subirse a la cama y empezó a lamerme la mejilla. Yo en ese momento estaba soñando que me golpeaban en la cara con lonchas de jamón cocido, pero eso no es importante. Cuando finalmente abrí los ojos, medio confuso, me sorprendió verle allí arriba, ya que hacía poco había estado muy malito, y le empecé a dar arrumacos. Para mi sorpresa, mi querido compañero no quería mi amor; se escabulló de entre mis brazos y saltó corriendo para traerme su comedero y empezar a dar golpes con él contra el suelo.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Francis




Francis era incapaz de asimilar todo lo que acababa de suceder. Recordaba a su madre levantándose poco a poco del suelo, lanzando gritos de dolor al aire y con la cabeza colgando como la flor de una rosa muerta. Recordaba esos blanquecinos ojos mirándole fijamente y también recordaba el momento en que se abalanzó sobre él, pero no recordaba cómo había conseguido refugiarse en el armario.

martes, 24 de octubre de 2017

Purista hasta la médula



Nunca fui un purista antiandroides, tampoco es que hayan sido de mi agrado, pero acepté lo podrido que está el corazón del ser humano y seguí mi camino. Al fin y al cabo tampoco estaba en mi mano iniciar una cruzada para proteger los derechos de un “ser” que, aunque haya sido provisto de sentimientos y consciencia, no deja de ser un instrumento para satisfacer los oscuros deseos del homo sapiens sapiens. Prueba de ello son los Prosti+, que están situados justo enfrente de los prostíbulos convencionales,aunque estos últimos se han convertido prácticamente en locales exclusivos para puristas. ¿Quién iba a pagar el doble teniendo a unas mujerzuelas de caderas intercambiables? Pero yo no estoy aquí para juzgar a nadie. Como se suele decir: que tire la primera piedra aquel que esté libre de pecado. O de aceite, en este caso.

martes, 17 de octubre de 2017

Fractura (Total) Parte 2



Jennifer se paró en seco y no dijo nada, ni siquiera adoptó una postura más natural que la que tenía cuando la desafié. Sabía que estaba cabreada y sabía que ese silencio no se iba a romper de forma calmada. Me iba a caer un sermón y yo tenía ganas de saber cuál. Finalmente, al cabo de pocos segundos se giró. Sus ojos, para mi sorpresa, estaban tan llenos de lágrimas como de ira.

martes, 10 de octubre de 2017

Fractura (Parcial) Parte 1

   Existen una infinidad de formas de caer bajo como ser humano. Yo, personalmente, no caí bajo cuando empecé a disfrutar la cerveza de marca blanca, ni cuando el vino en bricks de cartón se convirtió en mi única opción. Ni siquiera me sentí culpable cuando empecé a escupir sangre al toser y seguí fumando. Quizás tendría que habérmelo empezado a plantear cuando pillé a mi hija de diecisiete años follando con un tío y decidí vomitarles encima deliberadamente, pero no fue así. El momento en el que me sentí como una auténtica mierda fue aquel en el que me di cuenta de que el mamarracho que había estado aprovechándose de mi pequeña no era más que una versión más joven y atractiva de mí mismo. En ese momento se rompió algo dentro de mí. A parte de mi nariz, quiero decir.