Hace
mucho tiempo, antes de que existieran el chocolate y las golosinas, había un
rey muy caprichoso y escrupuloso que siempre hacía lo que quería sin importarle
lo que les pasara a los demás. En uno de los pueblos en los que gobernaba ese
rey vivían Denis, un chico al que le gustaban mucho los animales, y su amigo
Kiwi, un periquito al que había enseñado a hablar.