A pesar de tener tras de sí una larga carrera como
cirujano, para Tony aquel procedimiento resultaba especialmente engorroso, pues,
debido a la naturaleza de este, el paciente debía estar despierto y solo
parcialmente inmovilizado. Obviamente, eso no significaba que el resultado
final fuera a ser peor ni que disfrutara menos de su trabajo; solamente tenía
que concentrarse un poquito más.