lunes, 2 de diciembre de 2013

Maldito bastardo (Parte 4, FIN)




        —No, definitivamente no. No hay forma de asimilar esto. —Tom hablaba en voz baja para sí mismo —. No es posible que la mujer que me crió haya sido la causante de la muerte de mis dos padres…pero hay algo que no encaja. ¡¡NO TIENE SENTIDO!! — El joven, roto por todo lo que estaba sucediendo empezó a llorar.


           

            Evelyn, que estaba agachada quitándole el colgante de oro al cadáver de Thomas, levantó la cabeza —. ¿Quieres dejar de hacer ruido? Así no hay quien abra esto, no debí haberme cortado las uñas. —La mujer empezó a mirar a su alrededor a ver si encontraba algo que pudiera ayudarle —. Claro, una vez más me serás útil. — Cogió la mano del hombre, y usando el dedo del mismo abrió el encaje y pudo coger el colgante —. Útil incluso después de muerto, eres un primor Thomas…



            Una vez tuvo lo que deseaba en sus manos, la abuela del joven se acercó a él y le miró con ojos de ternura —.  Hay que ver, con lo que has crecido y sigues llorando como cuando eras un niño pequeño…



            —Él me llamó bastardo…creía que sabía quién era, por eso le golpeé cuando me abrió la camisa, pero no era así. Entonces ¿cómo sabía que yo tenía algo que ver con el mapa? Cómo…—Mientras sus lágrimas caían por su rostro, Tom miraba fijamente a la mujer en busca de una respuesta.



            —Muy bien, como vas a morir, y para demostrarte que te he querido todos estos años te voy a contar la verdad sobre todo. —Evelyn le dio la espalda al chico, empezó a mirar el colgante, y centró su mirada en una mancha de sangre de éste —. Te crié desde los siete años, mostrabas afecto hacia mí y me tratabas como si fuera tu verdadera madre, pero te negabas a mostrarme aquello que tu madre te dio. Cuando decidí contarte que yo había sido la causante de su muerte, esperaba que te unieras a mi causa, pero tú no pudiste aceptarlo, y me dijiste que te alegrabas de no haberme revelado el secreto que te dejó tu madre como herencia, el mapa. El mapa que indicaba el lugar en el que tu madre, oliéndose que pronto moriría, escondió unas reliquias chinas que había conseguido a cambio de revelar datos embarazosos de nuestra organización, aun sabiendo que no saldría impune. La pobre pretendía que tu padre se retirara del tráfico ilegal de armas con el dinero que conseguiría a cambio de éstas, y le dio este colgante, sin el cual no se podía leer el mapa. De ese modo tu padre hubiera tenido en su poder las dos partes del rompecabezas: tu custodia, y el colgante. Pero tu padre perdió totalmente la cordura cuando se enteró de la muerte de tu madre, y no me costó demasiado ganar el juicio para poder adoptarte y alejarte de él.



            —Y supongo que como dejó de insistir en verme, tuviste que fingir mi muerte, para lo que usaste a mi mejor amigo como cebo. Bruja... —Tom no podía creerse que su padre hubiera muerto instantes después de haber estado torturando a su propio hijo.



            —Vamos, sabes que eso te hizo más fuerte. —Evelyn se dio la vuelta para mirar a su nieto de nuevo —. Necesitabas pasar por esa experiencia y fortalecerte para convertirte en mi heredero. ¿Por dónde iba? ¡Ah sí!



            Tom, harto de las habladurías de la mujer, interrumpió su interminable historia —. Déjate de rollos y cuéntame lo que te he pedido, dime cómo supo que yo estaba relacionado con el mapa, luego te daré lo que quieres…       



            Sorprendida al ver que su nieto accedía a darle lo que ella deseaba, procedió a contestarle —. Es muy sencillo, tenía muchas fotos de ti y de mí juntos, eres mi nieto y obviamente me dabas abrazos y besos, así que simplemente tuve que hacerle llegar esas fotos a tu padre para que creyera que eras mi amante, después de tantos años era imposible que te reconociera, y así fue.



            El muchacho suspiró y agachó la cabeza en señal de derrota —. Muy bien, suéltame, sabes que debes soltarme para obtener el mapa.



            Con la ayuda de las mismas herramientas que previamente los hombres Thomas habían usado para clavar y torturar a su nieto, ella le soltó. Una vez sus manos estuvieron sueltas, Tom se dejó caer contra el suelo sin intentar mantenerse en pie —. Muy bien, haz lo que debas.



            Ella se puso encima de su nieto como si estuviera montando un caballo y le levantó la camisa. En la espalda del joven podía verse tatuado el mapa, aquello que él nunca había dejado ver a nadie, pero faltaba una parte. Teniéndolo en la mano, acercó el colgante al tatuaje, a una distancia de un palmo, y con una pequeña linterna que se había sacado del bolsillo de su chaqueta, lo iluminó.



            En el tatuaje de Tom, se empezó a reflejar la luz que provenía de la joya de oro y se dibujó un mapa de su ciudad, con una pequeña marca en él. En ese sitio se encontraban las reliquias chinas.



            —¿Sabes? Tu madre era una mujer muy sentimental, el mapa señala el parque en el que te sacaba a columpiarte de pequeño, debía quererte mucho. —Evelyn pronunció estas palabras sin saber las consecuencias que tendrían.



            Tras escuchar eso, el mancebo arrastró su brazo por el suelo, puso la palma de su mano contra éste, y con un grito de ira y de dolor se impulsó para levantar su torso del suelo. Al no esperarse ese movimiento, la mujer quedó vulnerable, momento que aprovechó Tom para golpearla en la cara con su otro brazo. La mujer cayó de espaldas contra el suelo. Él se puso en pie y empezó a caminar hacia ella.



            —Muy bien vieja, se acabó, pienso acabar contigo ahora mismo. —El terror impedía a Evelyn gesticular cualquier palabra o mover cualquier músculo. Su nieto, aun con las manos agujereadas, el torso y la boca ensangrentados, se había puesto en pie con la única intención de acabar con ella —. Estoy seguro de que aún sigo siendo tu legítimo heredero, no eres tan fuerte como quieres aparentar, así que voy a dedicar lo que me queda de vida a enmendar tus errores con el poder que eso me otorgue y el dinero de las reliquias de mi madre. —Entonces, de golpe empezaron a sonar sirenas de policía, ante lo cual el joven decidió poner su pie en el cuello de la mujer que lo había criado —. Aunque tendré que hacerlo cuando salga de prisión. Buenas noches abuelita.




FIN






1 comentario:

  1. me gusta este fondo marrón agrisado con las letras en negro, se lee mejor y no cansa tanto la vista :D del orto modo llegaba a perderme entre las lineas, personalmente me gusta! y los relatos también.

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