miércoles, 7 de mayo de 2014

Telebasura, por favor



Posiblemente si la telebasura no existiera la gente sería mucho más feliz, y no lo digo porque promocionen a guapitos y guapitas cuyo mayor logro ha sido saber plantar las veinte zarpas en el suelo en los momentos adecuados, sino porque hacen que gente como yo cometa idioteces del tamaño de un campo de fútbol.

domingo, 13 de abril de 2014

Caprichosa (Parte 1)



Hellena llevaba una semana enferma en la cama, un catarro de otoño había conseguido abrir una brecha en su impecable record de días sin faltar al trabajo. Era una chica muy activa, así que el hecho de estar en cama le dolía casi más que la fiebre. Ni siquiera los fines de semana dejaba de madrugar, la diferencia era que en vez de irse a trabajar, se ponía la ropa deportiva y salía a correr a la calle.

El lunes por la noche, viendo que se encontraba mejor, dejó a un lado la bata, las zapatillas y las sopitas, para coger la ropa de deporte. Sabía de sobras que no podría hacer su rutina normal, pero aun así le apetecía salir a tomar el aire, aunque hiciera el recorrido andando.

jueves, 23 de enero de 2014

Cloacas y decisiones



No sabíamos qué hacer, estábamos atrapados ahí, en aquellas cloacas sin poder hacer nada. Ambos agachábamos un poco la cabeza a cada pisada que daban las tropas. Eran cientos, y cada paso que daban parecía que iba a hacer que el techo se derrumbara sobre nosotros.  Yo solamente llevaba una pequeña pistola de mano con cinco balas en el cargador  para protegernos a mí y a Michelle. Ella no paraba de temblar, y aunque se esforzaba por ocultarlo, al tenerla entre mis brazos era imposible no darme cuenta de que estaba llorando de terror. Quise darle algunas palabras de ánimo, quise prometerle que todo iba a salir bien, que al día siguiente aquello no iba a ser más que un recuerdo, pero no pude decírselo, ya que ni yo mismo me lo creía. Ante tal impotencia no pude hacer más que apretarla aún más fuerte contra mí y agachar la cabeza.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Guerra, amor y remordimientos.



Ahí estaba, en la cima del acantilado donde solía ir con sus amigos cuando eran niños, quieto como una piedra, pensando. Todos ellos habían pasado muy buenos tiempos en aquella cima. En aquel entonces Roberto se pasaba el día persiguiendo a Estrella y llamando su atención de la única forma que se le ocurría: molestándola.



—¿Debía darse cuenta de que era porque estaba enamorado de ella?—Pensó —. No importa, ahora todos están muertos.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Maldito bastardo (Parte 4, FIN)




        —No, definitivamente no. No hay forma de asimilar esto. —Tom hablaba en voz baja para sí mismo —. No es posible que la mujer que me crió haya sido la causante de la muerte de mis dos padres…pero hay algo que no encaja. ¡¡NO TIENE SENTIDO!! — El joven, roto por todo lo que estaba sucediendo empezó a llorar.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Maldito bastardo (Parte 3)



 La mujer, cuya edad real superaba los cincuenta años por mucho, aparentaba tener poco más de cuarenta debido a múltiples retoques estéticos. Entró al recinto vestida con unos leggins negros, un top del mismo color, y una chaqueta de cuero rojo. Llevaba el pelo recogido en una coleta de caballo, y en el origen de su rubia melena podían verse unas raíces blancas como el lomo de un armiño. Además, tenía una pequeña pistola en cada mano.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Maldito Bastardo (Parte 2)




—¡¡HABLA!! —El hombre trajeado apretó su arma aun más fuerte contra el paladar de Tom, y pudo notar como la sangre de la boca de su huésped llegaba a tocar sus dedos —. Dime donde está el maldito mapa si no quieres que te vuele la tapa de los sesos…